http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/08/actualidad/1336496883_426521.html
“El 18 de junio de 2001, un representante del Gobierno
ugandés reunió a las 400 familias (unas 2.000 personas) que residían en la
región de Madudu (en Mubende, Uganda central) para anunciarles que el Gobierno
había cedido sus tierras, 2.500 hectáreas, a una multinacional alemana. Antes
de finales de agosto debían abandonarlas. Sin compensación económica ni un
sitio alternativo al que ir.”
Solo es un ejemplo, de tantos y tantos que habrá... pero me
vale para esto.
A esto conducimos, a esto desembocamos. Globalización.
Modernitos con ropas bohemias, ordenadores Mac y comida para llevar de
franquicias con nombres exquisitos. Las zapatillas sucias, pero Converse, y
escuchamos canciones de rap y rock, que protestan contra el sistema, pero unos
cascos que cuestan un riñón y medio ojo. Hablar con tus amigos de la otra punta
del mundo con tu iPhone desde el Starbucks, eso es lo que se estila. Da una
imagen de progreso que te cagas ¿eh? Pues esas grandes multinacionales a las
que acudís a menudo, esos, vuestros templos de oración de hoy, esos son los que
provocan la pobreza de la que vosotros os compadecéis con vuestros eventos chorras
de Tuenti, esa extrema miseria que veis en vuestros televisores de plasma de
última generación. Esos son los monstros que consumen bosques y extinguen
selvas, sí, esas que aparecen en las fotos que subís a Facebook, esas que
vosotros os empeñáis en decir que defendéis porque recicláis. Hipocresía... o
ignorancia, ya ni lo sé. Y no tiraré la primera piedra, porque mi ropa es de
Zara y uso un móvil táctil (que no iPhone, ni BlackBerry); pero procuro ser
crítica con lo que digo, y con lo que hago, ojo.
Ah, sí, ya sé que la mitad de vosotros sois vegetarianos...
mejor no hablamos de cómo han llegado al mercado todos los potingues que llevas
en la cara, guapa :)
Cris