Hechos, no palabras.

Las cosas se demuestran actuando no hablando y diciendo que si soy tal que si soy cual, estoy harto ya de tanta gilipollez.
El que sabe que es bueno en algo o que actua de una manera no tiene porque ir diciendolo, porque lo sabe. Los que intentan talandrarte con su mierda todo el puto día sólo intentan convercerse de algo que realmente no son o no cumplen.
Ya basta por favor, dedicaos a hablarle a un perro o intentad convencer a otro con menos sentido común, pero conmigo esas cosas no funcionan.
Yo también fui así, por supuesto, pero no sé era algo distinto a vosotros...tenía como 13 o 14 años, ya ni me acuerdo. No, no penséis que vengo de maduro tampoco, porque no lo soy y lo digo, no me da miedo reconocerlo.
Porque sé lo que soy y sé donde están mis límites, por eso no suelto por la boca memeces y chistes. Siendo valiente es como se aprende a ser prudente, pero si te esconces como un cobarde del frente...¿Qué coño aprendes?

¡Qué os follen! que falta os hace cojones.

Madrugada de Noviembre

Por fin salimos de aquel apestoso antro, agarrados de la mano, fuimos corriendo bajo la lluvia hasta mi coche que estaba aparcado un par de calles mas abajo, nos metimos en el y estuvimos dando vueltas por la cuidad toda la noche hasta que nos pareció buena idea dirigirnos hacia mi casa, una vez allí me pidió algo para tomar en ese momento solo tenia café, así que le puse uno, ella uno solo y yo con leche. De repente se abalanzo y se coloco justo encima mía, ella estaba borracha y no me quería aprovechar, pero yo estaba muy caliente y bebido, demasiado para mi gusto, ella estaba moviéndose de arriba y abajo, restregándose conmigo, en ese momento caí sin remedio y decidimos dejar los cafés para otro momento más calmado.

La cogí en mis brazos y la lleve en volandas a mi habitación mientras la besaba y mordisqueaba, una vez en la habitación la tumbe sobre la cama, mientras le quitaba la ropa lentamente, en ese momento pude mordisquear sus duros pezones, después desabroche su pantalón que conseguí sacar de un tirón y por ultimo sus braguitas, que estaban muy húmedas, en ese momento la abrí de piernas y empecé a comer su delicioso coñito, la lamí, la masturbe y la volví a lamer, mientras que le daba placer pude palpar todo su cuerpo, labios carnosos, senos duros casi perfectos, un vientre suave y liso, un trasero perfecto y unas piernas increíbles, unos momentos después me la saque y la metí en su boca, ella se esmero bastante, era una sensación impresionante casi celestial, lamia, chupaba, sorbía y la tragaba una y otra vez.

Ya no podía mas y sin mas dilaciones la saque de su boca, la agarre de las caderas, la puse a cuatro patas, seguidamente le pregunte, ¿Te gusta por detrás? mientras tenia una pequeña sonrisa, en el acto ella me dijo que no efusivamente, igualmente no le hice caso, le bloquee las piernas con las mías y me dispuse a meterla dentro de su dulce culito, instantes después lo hice, ella gritaba, ¡Eres un bastardo! ¡Te odio!, pero aun así mientras la sodomizaba podía notar que le gustaba, gemía y mordía la almohada. Yo la seguía metiendo y sacando, una y otra vez, hasta que no pude resistirlo mas y me corrí dentro de ella irremediablemente, después me tumbe a su lado y la rodee con mis brazos, ella aun seguía temblando mientras decía que me odiaba entrecortadamente…

Nieva

Siempre vuelve

Ya no recuerdo la última vez que escribí aquí alguna de mis historias,
supongo que cada trago, cada calo, me resta algo de memoria
lo único que nunca olvido es aquello que alguna vez he escrito
no en un blog perdido, sino en las páginas de lo que he vivido

En un chasquido, el tiempo sin ti comienza a volver a pasar
no tengo ganas de ná, y menos de otro San Valentín más
lo único bueno de estos momentos es que te paras a pensar
¿Merece la pena pescar o sólo contemplar las olas del mar?


Un mar de incertidumbre donde no veo nada claro ni nítido
donde mis deseos son una mezcla de amor a lo prohibido
pero siempre ha sido así soy politicamente incorrecto, lo siento
sólo pienso en el momento y nunca en que pueda perderlos

Sólo suelo temer la seca soledad que me deja la falta de poesía
aunque por suerte la sequía lírica es necesaria en esta vida mía
sino fuese por ella ¿Quién accionaría los frenos de este tranvía?
¿Quien me cortaría de raíz las "tonterías" y luego las devolvería?

A veces despierto me pregunto porque cojones se esconde
no tengo respuestas, no encuentro ni el como ni el donde

Sólo sé que Siempre Vuelve

Monos y plátanos

Bueno, hoy no voy a publicar nada de mi cosecha, no por falta de creatividad, que ultimamente me sobra en forma de integrales e intensidades de campo gravitatorio, si no que voy a actualizar con una breve historia que un amigo me enseño por internet una vez. Quizás ya la hayais leido anteriormente; pero no os preocupeís, es algo que no viene mal leer dos veces. Sin más introduccion, (os aseguro que no hace falta) aquí os la dejo. Disfrutad.

En un experimento se metieron cinco monos en una habitación. En el centro de la misma ubicaron una escalera, y en lo alto, unos plátanos. Cuando uno de los monos ascendía por la escalera para acceder a los plátanos, los experimentadores rociaban al resto de monos con un chorro de agua fría. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre el uso de la escalera y el chorro de agua fría, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender un busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a subir por la escalera.

En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.

El mono nuevo, naturalmente, trepó por la escalera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el chorro de agua fría hiciera su aparición. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a ascender por la escalera.

Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.

Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.

En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido nunca el chorro de agua fría. Sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos. Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido esta “No lo sé. Esto siempre ha sido así”.

Cada vez que alguien os responda: "Aquí siempre lo hemos hecho así", recordad compararlo con un mono.

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Cris

Tarde de otoño

Hoy recuerdo una tarde de otoño cuando me acerque a ella y la rodee con mis brazos mientras que con el otro le manoseaba el trasero, todo eso mientras la apretaba firmemente contra mi, tanto que podía notar sus pechos hundiéndose al son de su propia respiración, notaba su caliente aliento rozándome el cuello mientras yo le metía mano, notaba como subía la temperatura de su cuerpo junto con el mío, aparte la mano de su trasero y acaricie su cara, seguí bajando por sus labios, senos, su vientre, hasta su

Probando un nuevo estilo

Hoy recuerdo una tarde de otoño cuando me acerque a ella y la rodee con mis brazos mientras que con el otro le manoseaba el trasero, todo eso mientras la apretaba firmemente contra mi, tanto que podía notar sus pechos hundiéndose al son de su propia respiración, notaba su caliente aliento rozándome el cuello mientras yo le metía mano, notaba como subía la temperatura de su cuerpo junto con el mío, aparte la mano de su trasero y acaricie su cara, seguí bajando por sus labios, senos, su vientre, hasta su…

Si os gusta decirlo y escribiré mas!

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Nieva

Merienda para dos personas.

Hola queridos amigos hoy os explicare como hacer una rica merienda para dos personas.

Primero cojeemos un vaso de cristal y le vaciamos tres cucharadas soperas de leche condensada, seguidamente añadimos dos cucharaditas de nesquik (el nesquik es lo que mejor va para esto) después removemos hasta que desaparezcan los grumos, después llenamos un baso de leche para cada uno (leche sola a ser posible o sino empalagara mucho)y por ultimo solo queda untar en el pan de molde.

Ingredientes: Merienda para dos personas

3 cucharadas soperas de leche condensada
2 cucharaditas de nesquik
2 vasos de leche para mojar
rebanadas de pan de molde (al gusto)

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Nieva